Qué ver y qué hacer en Lisboa en 3 días: Guía Completa para disfrutar al máximo
Tras pasar más de un año viviendo en Lisboa, me considero un explorador a tiempo completo de esta increíble ciudad. Hemos tenido la suerte de recorrer (casi) todos los rincones y empaparnos por completo de la esencia que hace única a Lisboa.
La verdad es que la cercanía no ha hecho más que avivar nuestro entusiasmo por cada rincón, desde los miradores con vistas que te dejan sin aliento, edificios históricos, las veredas de piedra portuguesa, hasta los callejones decorados con esos azulejos tan típicos.
Sé que a veces cuando estás demasiado cerca de algo, puede perder un poco de magia, pero Lisboa desafía todas las expectativas.
Si aún no has tenido la oportunidad de sumergirte en esta experiencia, te animo a que eches un vistazo a nuestra guía de 3 días para descubrir lo mejor de la ciudad.
Después de vivir aquí, puedo asegurarte que Lisboa es un tesoro lleno de lugares que vale la pena descubrir, incluso para los que llevamos un tiempo por aquí.
¡Acompáñame en este paseo lleno de encanto y descubre Lisboa!
Qué hacer en Lisboa en 3 días
TIP: Si vienes por pocos días te recomiendo revisar los 7 bolsos de mano y Mochilas perfectas para no facturar equipaje.
Cómo llegar del aeropuerto de Lisboa al centro de la ciudad
Llegar del aeropuerto al centro de Lisboa es muy fácil y directo, te dejo tres opciones para elegir la que mejor te parezca:
- En Metro: Si tienes la Lisboa Card, el trayecto desde el aeropuerto está icluído. Y si aún no tienes la tarjeta, no te preocupes, el billete normal tiene un valor de 1,65 €. La estación está en el mismo aeropuerto y el metro de Lisboa es muy fácil de navegar.
- En Autobús: Si estás viajando con solo una mochila, sube a los buses urbanos por 1,80 €. Pero si llevas una maleta más grande, el aerobus es una mejor opción, y lo mejor es que también está incluido en la Lisboa Card. El billete de ida y vuelta te cuesta 5,50 €, y pasa cada 20 minutos.
- En Uber o Bolt: La tercera opción es tomar un auto de aplicación. La verdad es que nos parece que los precios están bien y es la forma más segura y cómoda de llegar desde el aeropuerto a cualquier punto de Lisboa. Hay un parada especial para este tipo de transporte en el estacionamiento, saliendo del aerpuerto a mano izquierda.
UNA RECOMENDACIÓN: considera la opción de adquirir la Lisboa Card. Esta tarjeta no solo simplificará tu experiencia explorando la ciudad, sino que también te entregará numerosos beneficios. Con la Lisboa Card, tendrás acceso ilimitado al transporte público, incluidos tranvías, autobuses y elevadores, lo que te permitirá desplazarte con facilidad por los diversos barrios y atracciones. Además, incluye la entrada a distintos museos y monumentos, ahorrándote tiempo y dinero.
3 DÍAS EN LISBOA: PRIMER DÍA
Aunque no parezca, toma bastante tiempo moverse entre los lugares turísticos de Lisboa. Esto es culpa de una de sus características principales: sus empinadas calles. En el mapa de google te puede decir que demoras 5 minutos, pero mejor prepara las piernas, ponte unas buenas zapatillas y no olvides una botellita agua, que en realidad uno se demora un poquiiiiiiiito más. Lisboa es una ciudad para caminarla y recorrerla.
Organizamos la ciudad en distintas áreas y para el primer día visitaremos el centro histórico. Por esto te recomendamos hospedarte en el corazón de Lisboa y así ahorrar tiempo en traslados. Hay mucho para ver.
Lisboa: Primer día
- Praça do Comércio
- Castillo de San Jorge
- Mirador da Graça y Portas do Sol
- El barrio de Alfama
- La Sé (Catedral de Lisboa)
- Las ruinas del Convento do Carmo
- El elevador de Santa Justa
- Barrio de Chiado
Praça do Comércio
En el corazón de Lisboa se encuentra la majestuosa Praça do Comércio, un lugar que no solo se erige como un centro de actividad y reunión, sino que también cuenta la rica historia de Portugal.
Esta plaza, también conocida como Terreiro do Paço, se encuentra a orillas del río Tajo y se presenta como una obra maestra arquitectónica que deja a los visitantes maravillados desde el primer vistazo.
Esta plaza albergaba el Palacio Real hasta que el terremoto de Lisboa de 1755 lo devastó por completo. «Terreiro do Paço» se traduce como «terrazas del palacio» en español.
Antiguamente, fue la entrada principal de Lisboa y presenció momentos cruciales de la historia portuguesa. Además, ofrece una vista impresionante del Río Tejo y del famoso Puente 25 de Abril.
Aquí es donde todos los años se realizan las celebraciones de año nuevo, nosotros fuimos en nuestro primer año, y te podemos decir fue impresionante ver los fuegos artificiales desde el centro de la plaza, saliendo desde los techos de los edificios en 360º.
Castillo de San Jorge
Habiendo varios miradores espectaculares en Lisboa, podemos decir que las vistas desde las murallas del Castillo de San Jorge indiscutiblemente ocupan un lugar privilegiado.
Este antiguo bastión musulmán transformado en castillo cristiano tras la Reconquista, se convirtió en la sede del palacio real cuando Lisboa fue designada capital del Reino de Portugal en 1255.
El Castillo de San Jorge, un icono en lo más alto de Lisboa, no solo ofrece vistas panorámicas impresionantes, sino que también te sumerge en siglos de historia portuguesa.
Construido en el siglo XI, este castillo ha sido fortaleza, residencia real y prisión a lo largo de los años.
Al recorrer sus murallas y torres, te transportarás a épocas pasadas, descubriendo la rica herencia de Lisboa.
Mirador da Graça y Portas do Sol
Si buscas las mejores vistas panorámicas de Lisboa, no puedes pasar por alto el encanto de los miradores da Graça y Portas do Sol.
El Mirador da Graça te brinda una perspectiva única del casco antiguo, con sus calles adoquinadas y tejados coloridos.
Desde allí, dirígete a Portas do Sol para contemplar el río Tajo y el icónico Puente 25 de Abril.
Estos dos miradores, llenos de una atmósfera bohemia, son lugares ideales para capturar la esencia y la belleza de la capital portuguesa.
Revisa: Los Mejores Miradores de Lisboa: Una Guía Completa
El barrio de Alfama
Las estrechas callejuelas de Alfama, a los lados de la colina del Castillo de San Jorge, cuentan la historia de Lisboa desde sus inicios.
Este barrio, considerado el más antiguo de la ciudad, se caracteriza por la arquitectura medieval de sus casas.
Durante la dominación árabe, las familias adineradas ocupaban la zona alta de Alfama, mientras que Alfama do Mar albergaba a las clases más modestas.
A lo largo de la Edad Media, cristianos, judíos y musulmanes compartieron las calles de este encantador barrio.
Hoy en día, Alfama es una mezcla de historia y cultura, albergando la catedral, el Castillo de San Jorge, el Panteón y numerosas iglesias y miradores.
Te sugerimos explorar sus callejuelas medievales sin rumbo, permitiendo que la ciudad te guíe y te deslumbre con sus fachadas blancas, por las cuales Lisboa también es conocida como la «ciudad blanca».
En los últimos años Alfama logró renacer como una zona segura y turística que no puede faltar en tu visita a Lisboa.
La Sé
La Catedral de Lisboa, conocida como La Sé, se alza majestuosamente en el corazón de Alfama.
Con sus orígenes que se remontan al siglo XII, esta joya arquitectónica es testigo de la evolución de Lisboa a lo largo de los siglos.
La Sé impresiona con su fachada románica y detalles góticos. Al pasear por su interior, te encontrarás con capillas ricamente decoradas y tesoros religiosos.
Desde sus torres, se obtienen vistas panorámicas que abrazan Alfama y más allá, ofreciendo una perspectiva única de la ciudad.
Ruinas del Convento do Carmo
El Convento do Carmo, fundado en el siglo XIV, es un monumento único en Lisboa que ha resistido los embates del tiempo y la historia.
Sus elegantes columnas góticas y arcos apuntados narran la historia del convento, que sufrió la destrucción parcial durante el terremoto de Lisboa de 1755.
Desde este lugar, obtendrás no solo vistas impresionantes de Lisboa, sino también una conexión profunda con su pasado y su capacidad para renacer.
Elevador de Santa Justa
El Elevador de Santa Justa, también conocido como el Elevador do Carmo, se erige como una icónica obra de ingeniería en el corazón de Lisboa.
Diseñado por Raoul Mesnier du Ponsard, este ascensor de hierro forjado conecta los barrios de Baixa y Chiado, ofreciendo no solo un medio de transporte vertical, sino también una experiencia visual extraordinaria.
Inaugurado en 1902, se destaca su intrincado diseño y su estructura metálica imponente.
Al llegar a la cima, se revela un mirador que nos entrega vistas panorámicas de la ciudad, con el Castillo de San Jorge y el río Tajo en el horizonte.
Revisa: Elevador de Santa Justa: Cómo llegar, Precios y Horarios
Barrio de Chiado: el cierre perfecto
Para poner el broche final a tu día en Lisboa, dirígete al encantador Barrio de Chiado, donde la sofisticación y la energía bohemia se entrelazan.
Este distrito, famoso por sus boutiques elegantes, cafés históricos y teatros, ofrece una buena experiencia nocturna.
Pasea por las animadas calles adoquinadas y descubre desde tiendas de diseñadores hasta artistas callejeros.
No olvides visitar el famoso Café A Brasileira, un ícono cultural que ha sido punto de encuentro de escritores y artistas a lo largo de los años.
SEGUNDO DÍA EN LISBOA
En el segundo día de nuestro recorrido por la capital portuguesa, nos sumergimos en la riqueza histórica y cultural del Barrio de Belém.
Este rincón imperdible de Lisboa nos espera con sus emblemáticos monumentos, como la Torre de Belém y el Monasterio de los Jerónimos, testigos de la era de los descubrimientos portugueses.
Y, por supuesto, no olvides desafiar al dulce poder de los famosos Pastéis de Belém. ¿Podrá tu paladar resistir la tentación de estos manjares?
Por la tarde, regresaremos al centro de Lisboa, donde aún nos esperan más lugares por descubrir.
Lisboa: Segundo Día
- Monasterio de los Jerónimos.
- Pastéis de Belem
- Torre de Belém
- Monumento a los descubridores
- LX Factory
- El Arco de la Rua Augusta
- La Praça do Rossio y la Praça da Figueira
Monasterio de los Jerónimos
Situado en el encantador Barrio de Belém, el Monasterio de los Jerónimos se presenta como una joya arquitectónica.
Este imponente monasterio, construido en el siglo XVI, es un tributo al estilo gótico manuelino y una muestra de la riqueza y exploración de la época.
Al pasear por sus pasillos, te encontrarás con rebuscados detalles, columnas adornadas y esculturas espectaculares, todo ello resaltando la maestría artística de la época.
No olvides explorar la iglesia adjunta, donde yacen importantes figuras históricas como Vasco da Gama.
Te recomendamos llegar temprano porque se forma una fila gigante de turistas.
Revisa: Monasterio de los Jerónimos: cómo llegar, precios y horarios
Pastéis de Belem
Cuando se trata de los Pastéis de Belém, la pastelería del mismo nombre a un costado del Monasterio se lleva la corona de la fama mundial.
Aunque para algunos no sean los favoritos, es innegable que estos pequeños pasteles son embajadores de la dulce tradición portuguesa.
Hacer la fila frente a la icónica pastelería y luego saborearlos calientitos es parte de la experiencia. ¿La mejor parte? La combinación perfecta de hojaldre crujiente y un relleno de crema suave y aromática.
Torre de Belém
La imponente Torre de Belém no solo es un monumento de belleza arquitectónica, sino también un testigo de la Edad de Oro de Portugal.
Construida en el siglo XVI, esta fortificación marítima no solo resguardaba las aguas de Lisboa, sino que desde aquí partieron los intrépidos exploradores portugueses en sus travesías hacia lo desconocido.
Desde este punto estratégico, los navegantes partieron hacia nuevos mundos, marcando así el inicio de una era de exploración sin precedentes.
Monumento a los Descubridores
Ahora camina al borde de las aguas del río Tejo y llegarás al Monumento a los Descubridores.
Este lugar celebra la audacia y visión de los navegantes portugueses durante la Edad de Oro.
Construido en 1960 para conmemorar el quinto centenario de la muerte del Infante Don Enrique, este monumento es una oda escultural a la era de los descubrimientos.
La figura central del monumento representa a Enrique el Navegante, rodeado por otros destacados exploradores como Vasco da Gama y Magallanes.
LX Factory
Empapado en una atmósfera industrial y hipster, LX Factory emerge como un enclave cultural en Lisboa.
Ubicado en una antigua fábrica textil cercana al río Tajo, este espacio ha sido reinventado como un centro de creatividad, arte y gastronomía.
Al explorar LX Factory te encontrarás con galerías de arte contemporáneo, tiendas de diseño, bares y cafés alternativos.
El Arco de la Rua Augusta
Volviendo ya al centro de Lisboa, ubicado en la Praça do Comércio, el Arco de la Rua Augusta se alza como un monumento majestuoso que da la bienvenida a quienes se adentran en el corazón histórico de Lisboa.
Construido para conmemorar la reconstrucción de la ciudad después del terremoto de 1755, este arco triunfal es una obra que enmarca el inicio de la Rua Augusta, una de las calles más icónicas de la ciudad.
Recorre esta calle para sentir todo el movimiento de la ciudad. Podrás encontrar diversas tiendas, arte y restaurantes.
Praça do Rossio y Praça da Figueira
Praça do Rossio:
Formalmente conocida como Praça Dom Pedro IV, su pavimento ondulado de mosaicos portugueses añade un encanto distintivo a este espacio.
El monumento central del rey Pedro IV, rodeado por fuentes y cafés históricos, crea un ambiente acogedor.
No olvides visitar la estación de tren Rossio, que con su interesante arquitectura, acentúa la fusión de lo antiguo y lo moderno en este emblemático lugar.
Praça da Figueira:
A pocos pasos de Rossio, la Praça da Figueira ofrece una transición entre la historia y la modernidad.
Antiguamente un mercado, hoy se presenta como una plaza amplia y abierta que acoge eventos y actividades.
En el centro, una estatua ecuestre de Juan I rinde homenaje al monarca portugués.
Rodeada de tiendas, restaurantes y hoteles, la plaza se convierte en un punto de encuentro y descanso para locales y visitantes.
Ambas plazas, cada una con su carácter único, capturan la esencia de Lisboa y proporcionan un espacio donde la vida de la ciudad fluye con energía y autenticidad.
TERCER DÍA EN LISBOA
En el tercer día de nuestra aventura por Lisboa, dejaremos a tu elección dos opciones: ¿seguir descubriendo los encantos del centro histórico o aventurarnos hacia las joyas naturales de Sintra y Cascais?
La ciudad nos espera con sus callejones empedrados y monumentos históricos.
Por otro lado, Sintra nos invita a sumergirnos en un mundo de cuento de hadas, con palacios majestuosos y exuberantes jardines.
En Cascais, la costa nos recibe con playas y un ambiente tranquilo.
Ambas opciones prometen experiencias únicas: ¿Cuál camino elegirás para el último?
Opción 1: Exursión a Sintra y Cascais
Desde Lisboa se puede llegar en Tren o en Taxi, aunque está un poco alejado de la ciudad.
Nuestra primera parada es Sintra, donde los imponentes palacios como el Palacio Nacional de Sintra y la deslumbrante Quinta da Regaleira nos transportan a un mundo de cuentos de hadas.
El majestuoso Palacio de Pena en lo alto de la colina, con su arquitectura única, nos regala vistas panorámicas inigualables.
Posteriormente, nos dirigimos a Cascais, un encantador pueblo costero que nos cautiva con sus playas y la belleza de sus callecitas.
El Fuerte de Nossa Senhora da Luz nos ofrece una vista panorámica del océano Atlántico, mientras que el centro histórico nos invita a explorar sus tiendas y cafés.
Para completar nuestro día, disfrutamos de un paseo por la famosa Boca do Inferno, donde las olas rugen contra los acantilados.
Estamos preparando una Guía para visitar Sintra, les avisaremos cuando esté lista.
Opción 2: Recorrido en el Tram 28, Museos e Iglesias.
Museo del Azuejo
Cuando se menciona Portugal, la mente se llena de imágenes de azulejos, una tradición profundamente arraigada en la cultura del país.
Aunque las históricas fábricas de azulejos no se encuentran en Lisboa, podemos encontrar el Museo Nacional del Azulejo.
El Panteón
Situado en la histórica Alfama, el Panteón Nacional de Lisboa se erige como un imponente monumento y un tributo a la rica historia de Portugal.
Antiguamente una iglesia, este majestuoso edificio se transformó en el siglo XIX en un lugar de descanso final para prominentes personalidades de la nación.
Al adentrarse en sus puertas, los visitantes son recibidos por una impresionante cúpula que domina el horizonte.
En el interior, el Panteón alberga tumbas de notables figuras portuguesas, como Amália Rodrigues y el escritor Fernando Pessoa.
El Tranvía 28 de Lisboa
El emblemático Tranvía 28 de Lisboa se presenta como un testigo rodante de la historia y la vida cotidiana de la ciudad. Este pintoresco paseo a través de las sinuosas calles de Lisboa brinda a los pasajeros una experiencia única.
Iniciando su recorrido en Martim Moniz, el tranvía se serpentea por colinas empinadas, pasando por lugares emblemáticos como la Sé, la Graça y la Estrela.
Te podrás deleitar con las vistas panorámicas, mientras el tranvía se desliza a través de estrechas callejuelas y cruza históricos barrios. Sus rieles, desgastados por el tiempo, narran historias silenciosas de décadas pasadas.
El Tranvía 28 no es solo un medio de transporte; es un viaje en el tiempo, sumergiéndonos en la esencia misma de Lisboa.
Revisa: Guía completa sobre el Tranvía 28 y todos los detalles.
Cemitério dos Prazeres
La última parada del Tranvía 28 nos lleva a un lugar especial en Lisboa: el Cemitério dos Prazeres. Aunque no alcanza las dimensiones monumentales de algunos cementerios europeos, este sitio nos cautiva por su serenidad y la ausencia de la habitual agitación turística que caracteriza a la ciudad.
Explorar el Cemitério dos Prazeres se convierte en un paseo íntimo entre lápidas y mausoleos, cada uno contando su propia historia silenciosa. Este refugio de tranquilidad ofrece un respiro, lejos del bullicio cotidiano de Lisboa.
BONUS: Avenida da Liberdade, el Marqués de Pombal y Parque Eduardo VII
En medio del ajetreo de Lisboa, hay lugares menos transitados pero igualmente interesantes que merecen ser descubiertos.
La Avenida da Liberdade, con su majestuosidad y elegancia, se extiende como una arteria llena de tiendas de lujo y frondosos jardines. A lo largo de esta avenida, se erige la imponente estatua del Marqués de Pombal, figura clave en la reordenación y reconstrucción de la ciudad tras el devastador terremoto de 1755.
La estatua del Marqués de Pombal, observa desde las alturas la ciudad que contribuyó a dar forma. Desde este punto elevado, la estatua controla prácticamente todo Lisboa, como un guardián silencioso de su obra maestra urbana.
A unos pasos de aquí está el Parque Eduardo VII, un oasis verde que ofrece una pausa en medio de la ciudad. Desde sus jardines, las vistas panorámicas de la ciudad revelan la belleza de Lisboa desde otra perspectiva.
Se termina el viaje 🙁
Concluimos así nuestra visita de tres días por Lisboa. Pudimos recorrer desde las callejuelas adoquinadas del centro histórico hasta la majestuosidad de Sintra y la serenidad de Cascais, cada rincón nos ha contado historias centenarias impregnadas en azulejos, colinas y brisas atlánticas.
Hemos explorado monumentos que han resistido al paso del tiempo, nos hemos perdido entre la autenticidad de sus barrios y hemos contemplado Lisboa desde miradores y tranvías, capturando momentos que se quedarán en nuestros recuerdos.
Que estos tres días hayan sido solo el comienzo de tu historia con Lisboa, una ciudad que siempre te invitará a regresar y descubrir más secretos en sus calles.
Si tienes cualquier duda sobre que visitar en Lisboa solo escríbenos en los comentarios e intentaremos ayudarte!
fantástica guía para un primer viaje a esta ciudad que a primeras vistas ya parece una increíble experiencia !!!