Cruzando el Nullarbor: Ruta desde Melbourne hasta Perth (Parte2)

Día 1: Harcourt – Adelaide 633 kms/7 hrs
Había llegado el momento de partir. Después de pasar todo el domingo limpiando, ordenando y descartando pertenencias, el lunes alrededor de las 7:30 am comenzamos nuestro viaje hacia el oeste.
Los Baños Gratuitos: Un Tesoro Australiano
A los primeros 20 kilómetros tuvimos que parar debido a mi vejiga «hiperactiva». Para nuestra fortuna, Australia tiene baños en cada pueblo, roadhouse, plaza y parque: limpios, con papel higiénico, agua y completamente gratuitos. Por este país no encontrarás a la señora del «confort», así que despreocúpate de juntar monedas cuando necesites ir. ¡Fabuloso!
El Drama de la Frontera Fantasma
El comienzo de nuestro viaje lo sufrimos un poco. Al acercarnos a la frontera de South Australia, aparecieron letreros amenazantes: «CONFISCACIÓN DE FRUTAS, CARNES Y VEGETALES. Evite una multa de hasta $5,000 AUD y deposite sus productos en los contenedores dispuestos para cuarentena». Toda esta parafernalia para evitar el ingreso de la mosca de la fruta.
Teníamos de todo: papas, zapallos, pimentones, limones, naranjas, lechuga, plátanos. Queríamos llorar. Así que adelantamos el almuerzo y en una zona de descanso nos dispusimos a comernos todo… bueno, casi todo. Ensalada contundente, ensalada de frutas de postre y jugo de naranja con limón para acompañar. De todas formas tuvimos que botar algunas cosas y, con un dejo de amargura, continuamos nuestro camino.
Plot twist: A 5 kilómetros de la frontera no logramos divisar ninguna aduana, solo frutas y verduras tiradas por toda la carretera. Después de 30 minutos manejando nos dimos cuenta de que no existía ningún control fronterizo. La patrulla podía hacer controles al azar, pero era muy poco probable.
Después de habernos comido 7 zanahorias, 2 pimentones, un paquete de lechuga y 4 plátanos, no nos quedó otra que reírnos de la situación y seguir adelante.
La Tormenta del Terror
Para rematar el día, durante los últimos 100 kilómetros nos atrapó una tormenta con vientos huracanados. Llegando a Adelaide, la ruta se puso difícil: lluvia torrencial que afectaba la visibilidad, camino sinuoso en constante pendiente. Solo queríamos llegar.
Los últimos kilómetros se hicieron eternos, pero finalmente ¡llegamos! Estacionamos en un mall cerca del CBD. El clima estaba horrible, así que después de comprar algunas cosas y dar una vuelta por el centro, decidimos que no valía la pena pagar alojamiento. Agarramos el auto nuevamente y buscamos un lugar donde dormir.
Tip de Oro: Mallala
Saliendo de Adelaide por la ruta A1, a unos 60 kilómetros se encuentra Mallala. Este pueblo tiene un sitio gratuito dentro del «Oval» con baños y duchas para estacionar RV o autos (no se puede acampar). Perfecto para pasar la noche y recargar energías.
Dato Importante: La ruta ideal desde Melbourne a Adelaide es la costera (Princes Highway), que incluye todo el Great Ocean Road desde Torquay hasta Warrnambool. Los principales atractivos incluyen los 12 Apóstoles, Loch Ard Gorge, London Bridge, The Otways, Lorne, Apollo Bay y Bells Beach.
Como ya habíamos hecho el Great Ocean Road, tomamos la ruta interior para acortar camino. Esta ruta (A8) incluye Ballarat, Ararat, Grampians National Park y Dimboola, donde encontrarás un lago rosado imperdible.
Día 2: Mallala – Ceduna 714 kms 8:30 hrs
Pasamos la noche bastante incómodos y muertos de frío. Cerca de las 7 am nos levantamos, nos aseamos, desayunamos un sándwich de jamón y queso con café, y partimos.
El Lago Rosa que se Nos Escapó
Manejamos sin parar hasta Port Augusta. Durante este trayecto pasamos por Lochiel, que alberga el lago salado Bumbunga, famoso por su color rosado. El maldito clima nos obligó a seguir de largo, pero es sin duda una parada imperdible. A diferencia del Pink Lake de Dimboola, este es más grande y se encuentra rodeado de colinas y molinos de viento gigantes, como sacado de una postal.
Port Augusta: Puerta al Outback
Port Augusta es un pueblo grande con una calle principal llena de tiendas, cafés y restaurantes, ideal para la primera parada seria. Fuimos directamente al centro de informaciones: súper grande, con baños limpios y mucha información turística. Es el punto de partida hacia Alice Springs, Uluru y Flinders Ranges. Si tienes una 4WD, no dudes en explorar estas montañas, la cadena más grande de South Australia y tu primer vistazo al hermoso pero inhóspito Outback.
Ceduna: Última Civilización
Después de 9 largas horas llegamos a Ceduna, un pueblo encantador con paseo costero ideal para estirar las piernas y ver la puesta de sol. Es el punto de partida hacia el Great Australian Bight, famoso por los Bunda Cliffs, el desierto Nullarbor y Head of Bight.
Exhaustos por la mala noche anterior, decidimos invertir en comodidad. Después de cotizar alrededor (nada bajaba de $100 AUD), encontramos «Cabins A1 and Caravan Park» por $65 AUD. Se veía deplorable, pero era solo por una noche.
Las «cabañas» eran en realidad piezas dentro de contenedores divididos. El olor a desinfectante era insoportable, bastante sucio, pero al menos la ducha caliente funcionaba. Equipadas con TV, refrigerador, microondas y hervidor. No necesitábamos más.
Advertencia Importante: Ceduna es el último pueblo antes del desierto Nullarbor. Solo pequeños asentamientos y roadhouses separan los 1,100 kilómetros de desierto, con distancias promedio de 300 kilómetros donde la gasolina puede duplicar su precio. Llena el estanque, lleva mucha agua y ¡listo!
Día 3: Ceduna – Eucla 493 kms 5hrs
Bienvenidos al Nullarbor
Al tercer día dejamos atrás la civilización y nos adentramos en la ruta del Nullarbor. Su nombre significa «sin árboles»: el pedazo de tierra caliza más grande del mundo, caracterizado por llanuras infinitas, áridas y semiáridas.
Antes del viaje, muchos comentarios coincidían en que te sientes en medio de la nada, que el viaje se hace monótono y eterno. Nuestra experiencia fue completamente opuesta. Nos sentimos en medio de TODO: águilas junto a la ruta alimentándose de carroña, el avistamiento de una decena de ballenas con sus ballenatos, contemplar cómo va cambiando gradualmente el paisaje, acampar en pleno desierto y ver el amanecer más espectacular que hemos experimentado.
Head of Bight: Encuentro con Gigantes
A 300 kilómetros de Ceduna llegamos a nuestra primera parada mágica. En la entrada del Nullarbor se encuentra el mirador «Head of Bight». Conduces 11 kilómetros hacia la costa donde está el centro turístico recién remodelado, con baños sépticos y cafetería. La entrada cuesta $15 AUD por persona, pero la experiencia es invaluable.
El simpático encargado nos recibió con: «Llegaron en buen momento, hay varias ballenas a la vista». Mientras caminas hacia el mirador, parte del Great Australian Bight Marine Park, la vista hacia el Océano Índico se abre de forma imponente.
Había poca gente, así que la experiencia fue íntima: sin apuros ni ruidos, solo el sonido de las olas mientras contemplábamos una decena de ballenas nadando libremente. Una bióloga marina nos señaló a una ballena que hacía una semana estaba embarazada y ahora presentaba orgullosa a su cría. Podías escuchar sus cantos, cómo exhalan aire, aletean y giran. Todo un espectáculo.
Los Bunda Cliffs
Cada ciertos kilómetros hay señalizaciones hacia miradores de los «Bunda Cliffs». Existen varios a lo largo de la ruta con zonas de descanso y algunos para acampar, así que si te pierdes uno, tendrás más opciones.
Camping Bajo las Estrellas
Cruzando la frontera de Australia Occidental (donde SÍ hay aduana y SÍ confiscan cosas, como mi apreciada miel), decidimos acampar en pleno desierto. Cerca de una zona de descanso encontramos un camino hacia el interior, a pocos kilómetros de la carretera.
El lugar estaba ahí esperándonos: perfecto para nuestra carpa. La noche despejada y oscura me recordaba los viajes por el desierto de Atacama cuando era niña. Cocinamos y tomamos café bajo la luz de millones de estrellas.
Realidad Check: Pasé la noche despierta, muerta de miedo, escuchando cuervos, pasos de animales y ruidos extraños, mientras JP roncaba feliz, supuestamente listo para salvarme de cualquier ataque animal. ¡Ja!
A las 6 am nos levantamos para el amanecer. Mientras calentaba agua, veía cómo los rayos de sol iluminaban lentamente la noche, cómo los colores de los árboles y el desierto tomaban vida. Un amanecer sacado del Rey León.
Día 4: Eucla – Esperance 913 km – 9hrs
Decisión Sobre la Marcha
Empezando el nuevo día decidimos viajar sin rumbo definido. Aún teníamos 4 días para llegar a Perth. No sabíamos si seguir por la A1 para conocer Esperance o ir directo a Perth. Las horas de viaje y el clima nos ayudarían a decidir.
La ruta por el desierto es impresionante. Nos detuvimos en el cartel que anuncia las 90 millas rectas más largas de Australia. Pasando las planicies del Nullarbor, nos vimos rodeados de bosques de eucaliptos: la reserva más grande del mundo.
Alternativas en el Camino
Si no quieres manejar tanto, puedes detenerte en Fraser Range para subir las colinas escénicas de granito, ver el atardecer y acampar. También puedes visitar Fraser Range Sheep Station para trekkings por bosques de eucaliptos, ver aves, flores nativas e incluso camellos salvajes.
Otra opción es Norseman, donde puedes hacer el famoso «Granite and Woodlands Discovery Trail»: 300 kilómetros con 16 puntos de atracción, incluyendo Wave Rock, Lake Johnston, Disappointment Rock y McDermid Rock.
Esperance: Amor a Primera Vista
Al llegar a Esperance nos enamoramos instantáneamente. Es como un balneario con un centro pequeño pero completo, ideal para vacaciones familiares, mochileros o parejas. Tiene un paseo costero recién remodelado adornado por pinos gigantes.
Llegamos al atardecer, dimos una vuelta y buscamos donde acampar. Encontramos un caravan park frente a la playa: por $40 AUD diarios nos daban espacio para acampar (sin electricidad). Baños limpios, duchas excelentes, lavandería barata y ubicación perfecta.
Cena Memorable
Nos duchamos, instalamos la carpa y fuimos a cenar. El único lugar abierto era «Fish Face» – ¡muy recomendable! Precios normales, servicio excelente y comida deliciosa. JP probó tiburón martillo por primera vez y estaba delicioso (según él, porque no le gusta compartir comida estilo Joey de Friends).
Día 5: Esperance – Lucky Bay (Cape le Grand National Park)
Amanecer de Postal
5 am y ya estaba despierta, ansiosa por explorar. El amanecer frente al caravan park era, nuevamente, sacado de una postal.
Great Ocean Drive
Dejamos el camping a las 10 am para hacer el paseo costero y el «Scenic Great Ocean Drive»: 40 kilómetros desde el centro de Esperance por todas sus playas, pasando por el Pink Lake y regresando. Nosotros seguimos de largo hacia Cape Le Grand National Park para acampar en una de las playas más paradisíacas de Australia.
Lucky Bay: El Paraíso Existe
Cape Le Grand alberga las playas más hermosas que hemos visto: arena blanca como talco, aguas turquesas cristalinas, y canguros que diariamente se acuestan relajados en la playa, como disfrutando la vista después de un día saltando por las costas de granito.
En la entrada del parque verás el imponente Frenchman’s Peak, esculpido por la erosión marina hace millones de años. No hay personal cobrando, pero hay una máquina para pagar el ticket diario ($12 AUD con tarjeta). El guardaparques cobra $10 AUD extra por persona para camping (en efectivo – lleva suficiente dinero).
La Tormenta Nocturna
El camping tiene todo: cocina a gas, parrillas, baños con duchas solares y zonas de descanso. Instalamos la carpa, vimos el atardecer en la playa comiendo completos chilenos caseros, y tomamos café bajo las estrellas.
Plot Twist Climático: Dormíamos plácidamente cuando nos atacó uno de los famosos vientos huracanados australianos. No aguantamos y a la 1 am, junto a otros campistas afectados, nos refugiamos en el auto con almohadas y mantas.
Despertar con Canguros
Nos levantamos temprano con el amanecer. Los canguros salen de los arbustos y se reúnen en la playa buscando comida. Todo parecía una escena de película.
Nos quedamos todo ese día explorando el parque y regresamos a Esperance al mismo caravan park por dos noches más.
El Tramo Final a Perth
El clima interrumpió nuestras ganas de seguir disfrutando la costa, así que decidimos acortar camino hacia Perth por la ruta 40, pasando por Wave Rock, uno de los 16 puntos turísticos del Woodland Discovery Trail (ideal en primavera para ver más de 10,000 especies de flores salvajes).
Llegada a Perth
La lluvia y el frío nos dejaron cansados. Alrededor de las 7 pm del 1 de agosto llegamos a Perth y nos alojamos en el Beatty Hostel – 100% recomendable. Área común gigante, cocina industrial completamente equipada, habitaciones dobles grandes con aire acondicionado, TV, internet, DVD. Baños limpios y personal amigable. La ubicación es excelente: a pocas cuadras de la «Free Zone» donde puedes tomar buses al CBD.
Fue amor a primera vista con Perth. Presagiábamos buenos momentos en nuestra nueva etapa en el lejano oeste.
Esta travesía de 3,300 kilómetros nos regaló ballenas, águilas, canguros, lagos rosados, playas paradisíacas, desiertos infinitos y algunos de los amaneceres más espectaculares que hemos presenciado. Australia nos demostró una vez más que los mejores planes son aquellos que se dejan fluir con la aventura.
Kara me encantó! Escribes excelente! Ha sido muy emocionante acompañarlos a través de tus lineas por esta gran aventura!!